Vyv ha anunciado recientemente la eficacia de su tecnología de luz antimicrobiana para la inactivación de los virus. Los efectos antimicrobianos de la luz visible (405nm) sobre las bacterias, mohos, hongos y levaduras han sido profusamente estudiados y documentados durante varios años. Sin embargo, es muy reciente la investigación realizada de los efectos de esta luz visible antimicrobiana sobre los virus con envolvente y los virus sin envolvente. Los resultados de estas pruebas verifican el impacto antimicrobiano sobre múltiples clases de virus. A continuación, tenemos unas preguntas frecuentes sobre el impacto de la tecnología de Vyv y las respuestas.
Los virus pueden infectar humanos, animales, plantas o bacterias, y se clasifican sobre dos criterios: su tipo de material genético (ADN o ARN) y su estructura; que tenga o no envoltura. La estructura de todos los virus tiene una cubierta proteica llamada cápside.
Virus con envoltura
Los virus con envoltura tienen una capa adicional que cubre la cápside. Esta membrana está compuesta por lípidos y proteínas, que “roba” a las células anfitrionas, y glicoproteínas (glúcidos unidos a proteínas). Los hoyos, protuberancias y picos que los artistas utilizan para ilustrar un virus con envoltura como el SARS-CoV-2 representan estructuras en la envoltura viral. Este tipo de virus, para infectar una célula, necesitan que tanto la cápside como envoltura estén intactas. La envoltura también ayuda a evitar que el sistema inmune detecte el virus porque hace que el sistema inmune lo perciba como una célula más del anfitrión. Sin embargo, la envoltura también nos proporciona un objetivo débil para poder destruir el virus cuando está fuera del anfitrión. Los desinfectantes comunes e incluso el alcohol, detergentes o el jabón pueden romper la envoltura lípida y sus componentes, destruyendo la capacidad que tiene el virus de infectar las células del anfitrión.
Los virus con envoltura pueden causar infecciones persistentes y debe transferirse de un anfitrión a otro. Ejemplos de virus con envoltura son aquellos que causan enfermedades en humanos como la COVID- 19, la gripe, hepatitis B y C, y fiebre hemorrágica (la enfermedad que cause el virus Ébola).
Virus sin envoltura
Los virus sin envoltura no tienen la cubierta lípida, pero su efecto sobre los humanos puede ser igualmente devastador. Estos virus “desnudos” solo necesitan su cápside, con base proteica, y las proteínas detectoras del anfitrión para infectar las células de éstos. Sin embargo, debido a la falta de la envoltura lípida, son más resistentes a muchos desinfectantes y a otros agentes como la sequedad o la exposición al calor. Algunos ejemplos de virus sin envoltura son los que causan la disentería (norovirus), el resfriado común (rhinovirus) y la polio (poliovirus).
Las primeras pruebas que realizó Vyv fueron con virus sin envoltura a través de un laboratorio externo. Se escogieron los virus sin envoltura en primer lugar, principalmente, porque son más difíciles de destruir o inactivar. Los virus con envoltura tienen además una envoltura lípida que es relativamente frágil y se puede destruir más fácilmente para inactivar esta clase de virus.
Recientes estudios realizados por varias instituciones y laboratorios independientes han mostrado que la luz en la región de los 405 nm es capaz de inactivar virus sin envoltura en una simple solución salina, sin aditivos. Estos resultados convergen en demostrar la eficacia, en varias condiciones de prueba, tanto en virus con o sin envoltura. Esto también fomentará más investigaciones para mejorar la comprensión de los efectos de la luz de 405 nm en los componentes virales.
Las pruebas de Vyv, realizadas por un laboratorio externo e independiente (Microchem, TX, EE.UU.), se llevaron a cabo utilizando MS2, que es un virus sin envoltura.
Tras 6 horas de secado a partir de una solución salina estándar, se consiguió una reducción de más de 3,82 logs (99,985%). Tras 6 horas de secado a partir de saliva artificial, se logró una reducción de 2,23 log (99,41%). Estas pruebas se realizaron a 2 mW/cm2, como punto de partida, utilizando una de las unidades de pruebas de sobremesa para laboratorio de Vyv. Esto representaría un nivel de luz generalmente más alto que el que se esperaría en una aplicación de iluminación general. Sin embargo, la unidad de prueba de sobremesa está diseñada para ajustar la luminosidad con el fin de replicar las distintas condiciones de iluminación de la sala, ya que los protocolos de prueba se amplían para seguir probando distintas condiciones e intensidades. Además, los laboratorios de investigación externos han publicado previamente datos de eficacia viral en longitudes de onda de 405 nm a intensidades más bajas, similares a las de un entorno de iluminación normales de una sala.
Basándonos en la literatura de investigación disponible actualmente, se sugiere que la luz de 405 nm desestabiliza la membrana de los virus con envoltura y, en menor medida, la cubierta proteica de los virus sin envoltura (aunque la potencia del efecto puede aumentar en los fluidos biológicos). La respuesta definitiva al modo de acción de la luz de 405 nm durante la inactivación demostrada de los virus sigue en el horizonte.
De acuerdo con los resultados de las pruebas de Vyv, se confirma que las luces antimicrobianas de Vyv afectan directamente a los virus en las superficies. A medida que se acumulan rápidamente los emocionantes datos sobre la eficacia de la luz de 405 nm en los virus con y sin envoltura, Vyv prevé ampliar la investigación con su tecnología de luz antimicrobiana patentada y la inactivación de los virus en un conjunto cada vez mayor de condiciones ambientales, incluido el aire. Se necesitan datos importantes sobre la eficacia de la destrucción/inactivación de virus en forma de aerosol para entender cómo los niveles de luz, en la iluminación general, afectan a los virus con envoltura como el SARS-CoV-2 en el aire. Los virus sin envoltura, como los que causan el resfriado común, suelen transferirse por contacto superficial. La investigación continuará en este ámbito para acumular un mayor conocimiento de los distintos entornos de prueba, así como de los diferentes niveles de iluminación de las salas.
Las gotas cargadas de virus pueden seguir siendo infecciosas durante varias horas, dependiendo de dónde caigan. Por lo general, los virus permanecen activos durante más tiempo en el acero inoxidable, el plástico y otras superficies duras similares que en la tela y otras superficies blandas. Otros factores, como la cantidad de virus depositada en una superficie y la temperatura y humedad del entorno, también determinan el tiempo que los virus permanecen activos fuera del cuerpo.
Es posible contraer un virus, como el de la gripe o el resfriado, tras manipular un objeto sobre el que una persona infectada ha estornudado o tosido hace unos momentos. Aunque cada virus específico es diferente y único, el contacto personal con una persona infectada -como un apretón de manos o la inhalación de las gotitas de una tos o un estornudo- puede ser la forma más común de contagio de estos virus.
Después de 6 horas de secado, a partir de una solución salina, se logró una reducción de 3,82 log (99,985%) en un virus sin envoltura (MS2). Tras 6 horas de secado a partir de saliva artificial, se consiguió una reducción de 2,23 log (99,41%) con este mismo virus. Los resultados pueden variar en función de la cantidad de luz que llega a las superficies en el espacio donde se instala la tecnología de Vyv y del tiempo de exposición.
Sí. Las luces antimicrobianas Vyv se encuentran dentro del espectro de luz visible (400-420 nm), fuera del espectro de la luz UV (ultravioleta) potencialmente dañina. La tecnología LED de Vyv cumple las normas internacionales (IEC62471) para su uso continuo y sin restricciones alrededor de personas, animales y plantas.
Muchos virus se propagan de entre anfitriones. Aunque los virus pueden contagiarse al tocar las superficies en las que se ha depositado el virus, los virus como el SARS-CoV-2 se propagan principalmente por transmisión aérea. Mientras esté bajo las luces Vyv, sigue siendo importante
seguir las directrices de los CDC sobre el uso de mascarillas, el distanciamiento social y el lavado de manos.
Tanto las bacterias como los virus son pequeños, pero las bacterias son, de hecho, organismos muy complejos que pueden adaptarse, y de hecho lo hacen, constantemente a su entorno, a los nutrientes disponibles e incluso al tamaño de la población bacteriana en la que habitan. Los virus son extremadamente simples, carecen de medios de producción de energía, de detección del entorno o de respuesta, y no pueden reproducirse sin tomar la maquinaria de una célula viva más grande y compleja (“un anfitrión”).
Un anfitrión es la célula viva de un animal, planta o bacteria que el virus utiliza como fábrica para reproducirse y propagarse. Los virus por sí mismos son inertes, pero una vez dentro de una célula anfitriona se apoderan de los complejos sistemas biológicos de la célula para hacer copias de sí mismos y liberarlas en el medio ambiente para continuar su existencia.
La mayoría de los científicos dirían que no, porque los virus no pueden reproducirse (replicarse) sin un anfitrión ni permanecer viables en el medio ambiente fuera de él. Ser capaz de replicarse es generalmente aceptado como un principio central de la definición de vida.
Estrictamente hablando, si los virus no están vivos, no se pueden matar. Sin embargo, en el lenguaje común matar virus tiene el mismo significado que el término, más correcto científicamente, “inactivar”. No se puede evitar un virus como tampoco se puede evitar una roca, pero sí se pueden evitar las infecciones y la propagación de los virus. Sin embargo, Vyv y sus socios no hacen ninguna afirmación específica sobre las infecciones y la propagación virales. La respuesta sencilla es que hay que limitarse a inactivar y matar cuando se habla del impacto de la tecnología sobre los virus.
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